La planta de aloe vera procede de África, concretamente de la Península Arábiga. Su nombre genérico, aloe, proviene del árabe alloeh, que quiere decir sustancia brillante y amarga. También se la conoce con el nombre de
Sábila, que procede de la palabra árabe çabila, que significa planta espinosa.
Normalmente crece en climas tropicales caracterizados por suelos arenosos y áridos. Tiene hojas verdes y alargadas, viscosas por dentro y a menudo presenta espinas afiladas en su exterior.
El aloe vera es una planta con un inmenso interés medicinal que se utiliza desde hace más de 3.000 años. De las aproximadamente 300 especies de aloe, se ha demostrado científicamente que son cuatro las que ofrecen mayores propiedades terapéuticas: Aloe barbadensis Miller, Aloe perryi Baker, Aloe ferox y Aloe arborescens. De estas cuatro es el Aloe barbadensis Miller la más utilizada y popular en el mundo, siendo conocida comúnmente como aloe vera.
Partes del aloe vera:
La hoja de aloe se compone de tres partes:
▪ la hoja exterior, que ejerce la acción protectora de la planta.
▪ una capa intermedia conocida como látex, amarga y amarillenta,
ubicada justo debajo de la hoja exterior. De la evaporación del zumo
amargo amarillo que se extrae de esta parte se obtiene el acíbar,
que tiene efecto laxante y puede resultar muy irritante a nivel
intestinal.
▪ la pulpa, formado por el tejido mucilaginoso del centro de la hoja,
de donde se obtiene el gel.
El gel de aloe vera no debe confundirse con el jugo o acíbar, que es el exudado amarillo y amargo que se origina en el latex. El acíbar se usa principalmente como laxante, acción que le otorgan los derivados hidroxiantraquinónicos que contiene, principalmente las aloinas. El gel de aloe procede de la pulpa y no contiene aloína ni sustancias antraquinónicas laxantes. Es un jugo viscoso, transparente e insípido formado principalmente por agua y abundantes polisacáridos.
Composición
Entre un 98,5% y un 99,5% de la planta es agua, y el 0,5%-1% restante está compuesto por más de 75 principios bioactivos diferentes, principalmente polisacáridos, pero también flavonoides, terpenoides,
lectinas, ácidos grasos, antraquinonas, cromonas, aminoácidos, enzimas, minerales y vitaminas que se relacionan con una respuesta biológica antiviral, cicatrizante, antitumoral, de fortalecimiento del sistema inmune, cuidado de piel, hepatoprotectora y antidiabética.
Entre sus polisacáridos destaca el acemanano, polisacárido de manosa acetilada con actividad inmunomoduladora y antioxidante, que acelera la curación y el dolor de las úlceras gástricas, la estomatitis aftosa, previene la ulceración gástrica inducida por el estrés, aumenta la síntesis de colágeno en todas nuestras células, y la actividad de los fibroblastos, los cuales producen además de colágeno, elastina, ácido hialurónico y heparan sulfato.
Otro de los componentes destacados del aloe vera son las antraquinonas, que se encuentran en la parte externa de la hoja y primera capa bajo ella. Las antraquinonas son laxantes, y su acción es irritante y purgante, aunque también pueden tener acción analgésica, antiinflamatoria, antiviral, antifúngica y antibacteriana. Esta acción antiinflamatoria se tiene cuando se administra via parenteral, porque en la mucosa intestinal las antraquinonas pueden ser irritantes. Entre las antraquinonas destacan la aloína A y B (barbaloína).
Además, el aloe vera es una planta rica en vitaminas B1, B2, B6, C, betacaroteno, colina, ácido fólico y α-tocoferol. Contiene también minerales como calcio, cloro, cromo, cobre, hierro, magnesio,manganeso, potasio, fósforo, sodio y zinc.
A, C, E, B1, B2. También contiene multitud de minerales como calcio, fósforo, potasio, hierro,
magnesio, manganeso, cobre, cromo y zinc.
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